Love for once, love for ever
_ ¿Te casarías con migo?-me pregunto Joe.
Me sobresalte ante la pregunta. Desde hace un año que Joseph y yo salimos.
El era tan guapo, tierno y considerado. No se me ocurría una razón para rechazar la propuesta. Entonces una imagen de Nick cruzo mi mente como un relámpago. Borre su hermoso rostro de mis pensamientos para poder responder. Se lo debía a Joe. Después de todo el había estado conmigo desde que le pusiera fin a la relación que tenía con su amigo. No había podido soportar los berrinches y engaños de Ian.
_ Si, Claro- le dije finalmente.
_Oh, gracias Candy. Me has hecho la persona más feliz del mundo.
Joe me abrazó y me besó.
-¡Joseph!- Su hermano lo llamaba. El se apresuró a ir a su encuentro saliendo de la habitación.
Segundo después Nick entró.
_ Hola- me saludo. Alzando una de sus delineadas y lindas cejas.
Pero se paro en seco. No sabía el motivo de su reacción. De repente el diamante de mi anillo, pareció pesar una tonelada.
_ Te casaras con el...- afirmo en un susurro.
_ Si...- le confirme con la cabeza baja.- Hay algo que el puede darme que tu jamás me diste. Una relación seria y fidelidad.
Acto seguido, salí de la habitación haciendo caso omiso a cualquier contestación de su parte.
Con forme los días pasaban, sentía cada vez mas el peso de la boda.
Dos días antes de la boda me encamine a mi departamento, que compartía con una amiga.
Al encender la luz, la decoración exageradamente rosa, me llamo la atención.
_ ¡Sorpresa!-gritaron una docena des mis amigas, mientras salían de sus escondites.
Después de unas horas de diversión y unas cuatas copas de champaña la gente comenzó a irse. Hasta Sam, que vivía con migo, lo hizo. Dijo que quería dejarme sola.
Me tire en el sofá, hasta que alguien toco a la puerta. Me apresure a abrirla.
_es mi ultima oportunidad...-dijo Nick.
Luego presionó sus labios contra los míos. Trate de resistirme y apartarme de el, pero era mas fuerte que yo. Al cabo de unos segundos me deje llevar frente al deseo. El soltó mi cara y tomo mis piernas. Le hice una llave con estas encima de su cintura.
_ Te amo- logro decir entre besos.
_ Y yo a ti- “mi traicionera boca” pensé para mis adentros.
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Abrí los ojos y los cerré al instante. La luz que se colaba por la ventana era intensa. Estaba apunto de levantarme cuando sentí unos calidos brazos alrededor de mi cuerpo. De repente las imágenes de la noche anterior vinieron a mi cabeza.
_ ¿Qué he hecho? –me pregunte horrorizada.
_ Me has hecho feliz – contesto el, aun con los ojos cerrados.
_ No, no, no, no- comencé a gritar.
Tome mi ropa del suelo y corrí directo al baño.
Pasé el resto del día con culpa. Dormí con remordimiento y me aliste para la boda arrepentida.
Horas más tarde me encontraba caminando al altar del brazo de mi padre.
De repente vi a Nick de traje a mi lado, frente al cura. Pero solo era mi imaginación.
Entonces el “si, acepto” de Joe me saco de mis pensamientos.
Reconocí, gracias a las miradas de todos sobre mi, que era mi turno de contestar.
Mire a Joseph y luego al cura. Tome el anillo entre mis dedos y se lo entregue al hombre que se encontraba a mi lado.
_Es que... no puedo. Lo lamento.
Salí corriendo de la iglesia. Mis pies corrían a toda velocidad a algún lugar próximo a donde estaba. La gente me miraba confundida, pero yo hacía caso omiso a todo. Solo tenía una idea en mente.
Toqué el timbre de la casa y esperé. Él abrió cabizbajo, pero al ver la cola de mi largo vestido blanco, alzó la mirada de inmediato. No dejé que dijera nada. le salté encima al estilo “koala” y lo besé.
- Te amo.- Le dije mirándolo a los ojos.
El esbozó una sonrisa y dijo:
- Hasta que te diste cuenta.
Fin
Orii~
